Once Unidos estaba cumpliendo un excelente papel en el certamen de ascenso. Había superado dos fases y se preparaba para afrontar la tercera, con un lugar asegurado entre los ocho mejores.
Por Marcelo Solari
La incertidumbre es hoy común denominador en todos los órdenes. El paréntesis en casi todas las actividades afecta de una u otra manera a la gran mayoría. Y el mundo deportivo no está exento ni mucho menos ante todas estas cuestiones, sobre todo con las competencias profesionales paralizadas.
En el ámbito del vóleibol, Mar del Plata está representada en el Torneo Argentino de Clubes (ex Liga A2) por el Club Atlético Once Unidos. La entidad de Parque Luro cerró sus puertas y canceló actividades adhiriéndose al protocolo para intentar minimizar los efectos del coronavirus.
Al igual que sucede con otros clubes con representaciones en competencias a nivel regional o nacional, la falta de certezas en el futuro inmediato complica la toma de decisiones y los pasos a seguir.
Como se recordará, Once Unidos estaba cumpliendo un excelente papel en el certamen de ascenso. Había superado dos fases y se preparaba para afrontar la tercera, con un lugar asegurado entre los ocho mejores, alcanzando así el objetivo que el “albiverde” se había planteado al comienzo de la temporada.
Este miércoles, la Federación del Vóleibol Argentina (FeVA), emitió un comunicado en el que se vislumbran dos caminos posibles a partir de la finalización del primer período de cuarentena, es decir, el martes 31 del corriente.
Si la evolución sanitaria es favorable y se restablece el funcionamiento normal de la vida en sociedad (algo que no parece muy probable), la tercera fase se jugaría en abril, quizás en Semana Santa.
En cambio, si toda esta situación de emergencia se extiende, la decisión de FeVa será dar por terminada la temporada.
Esto eso, todo queda como está ahora, sin campeones ni ascendidos, lo que también se aplicaría para la Liga A, la máxima categoría, en la cual no habría descensos ni campeón.
Como se recordará, Once Unidos debía enfrentar en la tercera fase a Unión Vecinal de Trinidad de San Juan (anfitrión del cuadrangular), Vélez Sarsfield y Club Rosario.
Después de 10 partidos jugados en la presente campaña, Once Unidos suma 5 victorias y 5 derrotas. Su rendimiento venía en ascenso y parecía tener fundamentos para aspirar a un sitio entre los cuatro mejores de la competencia.
De todas maneras, si la temporada se cancela, Once Unidos quedaría entre los tres primeros, ya que ganó su grupo de la segunda fase y se situó como el tercer mejor ganador de zona.
Lamentablemente, FeVA no provee las estadísicas por fundamentos para el Torneo Argentino de Clubes (sí están disponibles para la Liga Argentina Femenina).
En ese sentido, computados los 10 partidos y a través de estadísticas manuales, el punta Mauro Zelayeta es el mejor atacante del equipo, con 120 puntos (12,0 por partido), en tanto el también punta Marcos Richards es el mejor receptor, con un 75% de eficacia.
La actualidad del equipo
Como se comprenderá, no resulta sencillo organizar el día a día con las restricciones vigentes, más allá de que la prioridad pasa claramente por otro lado. Para conocer un poco más del desenvolvimiento del conjunto Belisario Roldán y Tomás Falkner, LA CAPITAL consultó al entrenador Gonzalo Borstelmann.
-Seguramente esta interrupción llegó en el momento menos oportuno por la actualidad de Once Unidos…
-Exactamente. Estamos absolutamente de acuerdo en la decisión que se ha tomado, adherimos a todas las medidas precautorias, pero en lo deportivo, nos aplicaron el freno en el pico máximo de rendimiento.
-¿Y cómo se sobrelleva este paréntesis para que los jugadores no pierdan ritmo? ¿Con trabajos individuales?
-Sí, desde luego. Esto se implementó para todas las divisiones. Inferiores y el plantel superior. Incluso el club emitió tutoriales de las distitintas disciplinas para que los jugadores puedan mantenerse activos desde sus casas. En el caso puntual del plantel de primera, les enviamos una serie de trabajos físicos y técnicos con pelota que se pueden hacer perfectamente en un espacio físico de un metro cuadrado. Obviamente, no es lo mismo, pero todo ayuda.
-Por la evolución del equipo y por cómo estaba jugando ¿era posible ilusionarse con clasificar a semifinales?
-Lógicamente, todos los partidos son distintos y hay que jugarlos. Respetamos a los rivales, pero estábamos convencidos de que podíamos y lo íbamos a buscar. Estábamos con mucha confianza y algunos rivales iban a tener bajas importantes. Teníamos muchas chances. Vamos a ver cómo sigue todo.